Entre la Ciencia Ficción y el Presente Real

Entre la Ciencia Ficción y el Presente Real
Los datos son el insumo básico de la inteligencia artificial. Ella existe a partir de su disponibilidad y del uso de herramientas como el big data. Pero su mal uso puede generar nuevos problemas en vez de soluciones. ¿Qué tan avanzados están los sistemas? Casos concretos y dudas que permitirán afianzar el camino hacia adelante. El rol del sistema educativo.
Categoria: Tecnologia
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Si la inteligencia artificial aprende del comportamiento humano y los humanos nos equivocamos ¿cuál es el real nivel de asistencia que esa misma inteligencia artificial (IA) puede aportarnos? La IA ya está instalada en los procesos tecnológicos, automatizados. Se alimenta de los millones de datos que se producen cada día.
Cada vez más robots, en su más amplia acepción, realizan tareas a partir de esa información y remplazan actividades de poco valor que desarrollan las personas. ¿Entonces, si aprenden de los humanos y errar es humano, cuál es el límite de la IA?
La pregunta es demasiado amplia para responder en la extensión de un artículo, pero merece respuesta. Y para eso es necesario acotarla a los distintos escenarios de acción de la IA. En esta oportunidad el corte aplicará sólo a los negocios, a los procesos económicos, donde la gestión de información que se hace a partir de la IA es clave para la buena salud de una empresa.
 
Cualquier sistema que recopile información deberá acudir, luego, a un espacio en el que esos datos no sólo sean validados sino, al mismo tiempo, puestos en valor en comparación con las necesidades a las que deben responder. Determinar qué tan importante es ese dato para conseguir el objetivo que se busca.
 
Acudir a los expertos
 
Las plataformas de gestión de servicios en la nube que ofrecen los principales proveedores de tecnología son las que, mediante la inteligencia artificial, permiten darle a cada dato la categoría que le corresponde: si tiene valor, si sirve al objetivo que se pretende alcanzar, si suma información que posibilite ampliar el conocimiento del sistema de IA involucrado. Y les otorga el lugar que le corresponde a cada uno en ese esquema.
 
Microsoft, Google, IBM, la lista sigue. Cada una de las grandes empresas tecnológicas cuentan con sistemas que permiten gestionar esa enorme cantidad de datos que se recopilan de manera constante. Vale insistir: el objetivo es habilitar mejores análisis de los negocios y, por ende, impulsar la toma de decisiones más efectivas.
 
Pero la cosa no es tan sencilla. Como toda tecnología disruptiva, al principio son más los fracasos que pueden llegar a contabilizarse en un nuevo proceso que un camino de éxito. Todos ellos, sin embargo, llevan a un aprendizaje.
 
¿Cuáles son las problemáticas más desafiantes que presenta hoy la inteligencia artificial?
 
No hay dudas de que, en conjunto, con las herramientas de big data, ambas conforman un set de instrumentos estratégicos para cualquier tipo de empresa. Los casos de uso efectivo son numerosos y representan un buen espaldarazo para avanzar con este tipo de servicios.
 
Amelia, la asistente de IA de la empresa IPSoft, fue adoptada por la empresa NTT Communications, la empresa de telecomunicaciones más importante de Japón. Apodada como Cotoha es usada desde octubre de 2016 para impulsar conversaciones fluidas y naturales en la atención de los clientes.
   
Pero la cosa no es tan sencilla. Como toda tecnología disruptiva, al principio son más los fracasos que pueden llegar a contabilizarse en un nuevo proceso que un camino de éxito. Todos ellos, sin embargo, llevan a un aprendizaje.
 
El poder más significativo de esta máquina es que aprendió el idioma japonéscon una rapidez difícil de emular en otros ambientes. Su mayor fortaleza, sin embargo, radica en la integración de back end de los sistemas de datos existentes y de los millones de interacciones guardadas a lo largo de años con los clientes. En base a esa experiencia, las respuestas de Cotoha parecen ajustarse a las especificaciones que cada uno de ellos solicita.
 
A medida que pasa el tiempo, la IA toma diversas formas. Los  más conocidos son las asistentes virtuales que emulan el trabajo de secretarias, sea con una interfaz gráfica o con una más sencilla, de voz, capaces de dar la bienvenida en un aeropuerto, otorgar un turno médico o responder una consulta para realizar un trámite.
 
En busca de la madurez
 
En todos los casos, esos asistentes virtuales se valen de un repositorio de datos. Y serán eficaces en su tarea en la medida en que puedan interpretar preguntas en sus múltiples formas y entregar respuestas concretas.
 
La tarea, aunque fabulosamente futurista y auspiciosa, no parece que fuera a cumplirse en el corto plazo. Así como los beneficios del cloud computing se vienen promoviendo desde hace más de una década y recién ahora pareciera que la tecnología se encamina hacia su madurez, con la IA el desafío parece ser mucho mayor.
 
No sólo porque habrá que cuidar con recelo la calidad de los datos que alimenten al cerebro de esa maquinaria de inteligencia artificial sino porque muchas de las cosas que “debe comprender” se vinculan con patrones culturales que cambian radicalmente de un punto del planeta al otro.
 
Sí, no hay dudas de que la IA es un camino a explorar en los negocios. Pero habrá que mirar cada caso en particular. De hecho, cuando Google presentó, hace poco más de un mes, Google Duplex, su sistema de IA aplicado a los llamados telefónicos, se advirtió que por ahora sólo se limitaría a permitir reservas en un restaurante o sacar un turno en la peluquería. Lejos quedaron las aplicaciones para la medicina y las decisiones de negocios en tiempo real.
 
Evidentemente no se trata sólo de que la tecnología evolucione, madure. También se necesita que haya más profesionales capaces de analizar esos datos que alimentan a la inteligencia artificial para que las sugerencias que brinden esas máquinas sean eficaces.
De ahí provienen las buenas perspectivas en cuanto a creación de futuros puestos de trabajo relacionados con la IA.
 
El futuro en el trabajo
 
Si hacia 2021 la consultora Gartner prevé que la IA generará negocios que superarán los u$s2.900 millones, no es menor la expectativa vinculada con nuevos puestos de trabajo. En ese sentido, el pronóstico asegura que en 2020 la IA generará más puestos de trabajo que los que eliminará.
 
En otras palabras, si las secretarias serán remplazadas por máquinas, pues se necesitarán analistas de datos que sean capaces de interpretarlas mejores aplicaciones de esa información para las distintas ramas que incorporen esta tecnología.
 
A la hora de ponerle números, Gartner aseveró que en 2025 la cantidad de puestos de trabajo que se crearán en torno a la IA superará los 2 millones, y que diversos sectores, como salud, seguros, banca, retail y gobierno, entre otros, sabrán valerse de sus beneficios.
 
Una vez más. Para ese entonces, la inteligencia artificial habrá sumado más de una década de evangelización de sus virtudes. Y todo indica que los beneficios serán más importantes que los contratiempos que generará, especialmente en lo relacionado con el mercado laboral menos sofisticado.
 
Por esa razón, la gran demanda inmediata de innovación y nuevas respuestas recalarán en el sistema educativo. ¿Cuánto se está incorporando en las carreras terciarias y universitarias técnicas en relación con esta temática? ¿Cómo se está abordando el tema? ¿Sólo desde el punto de vista meramente matemático o también desde un punto de vista social, económico y hasta filosófico?
 
Las preguntas pueden ser infinitas. Como también las posibilidades que abre la IA. Pero como nunca, la mente humana tendrá que estar lo suficientemente lúcida como para responder a esos desafíos, comenzando por el de los datos, su criticidad, su integridad y su mejor interpretación.
 
Fiber corp Telecom
 

Publicado por:

Jorge Rivaldo

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